19 Marzo 2024
El depósito bancario emerge de nuevo en un escenario de tipos de interés positivos
Alejandro Morales Arizaga, Customer Funding Desk
En los últimos tiempos hemos sido testigos de un cambio significativo en la gestión financiera de las empresas europeas, fundamentalmente en las del sur de Europa, propiciada por la salida de territorio negativo de los tipos de interés en la Eurozona. Esta transformación ha llevado a un resurgimiento de la confianza en el depósito bancario como instrumento clave para gestionar la tesorería, desplazando a otras opciones como la cuenta tradicional o los fondos monetarios.
Esta nueva situación viene dada por las posibilidades que ofrece el producto de obtener mayores rentabilidades, cercanas a los tipos del BCE u otros bancos centrales dependiendo de la divisa, incluso en plazos relativamente cortos y asumibles incluso para las tesorerías con mayor fluctuación de posición de caja. A pesar de las noticias que inundan los medios de comunicación, la transmisión de las subidas de tipos de interés a empresas ha estado fuertemente ligada al coste de los tipos del dinero y las empresas presionadas por las alzas inflacionistas, no han querido soportar el alto coste de oportunidad que supone no obtener una remuneración de mercado por sus saldos.
En este nuevo escenario, es imperativo que las empresas no solo confíen en el depósito bancario, sino que también exploren nuevas estrategias para maximizar su potencial. Una de las tácticas clave es la adopción del cash pooling, una técnica que permite consolidar los saldos de varias cuentas para optimizar la gestión de la liquidez. Este enfoque no solo mejora la eficiencia operativa, sino que también proporciona una visión más clara y centralizada de la posición financiera de la empresa.
Además, el aprovechamiento de las plataformas de contratación digital se presenta como un paso esencial en este camino hacia una gestión financiera y operativa más eficiente. Plataformas como Bloomberg, 360T, Tradeweb… Ofrecen procesos ágiles, transparentes y seguros para gestionar transacciones financieras, facilitando la contratación de productos bancarios, incluidos los depósitos, de manera electrónica. Esta automatización no sólo acelera los procedimientos, sino que también reduce los errores y optimiza los flujos de trabajo desde la negociación a la liquidación y confirmación de las operaciones..
La adaptación a estas nuevas herramientas no solo es una recomendación sino una necesidad para asegurar que las empresas alcancen todo el potencial del depósito en un entorno tan volátil como el actual. Lo mismo cabe decir de la búsqueda de soluciones sostenibles también en este producto y otros de carácter transaccional, que alineen las operaciones del área financiera de las empresas con la estrategia sostenible corporativa.
En conclusión, la recuperación de la confianza en el depósito bancario entre las empresas españolas y europeas marca un cambio significativo en su estrategia de gestión de la liquidez. Sin embargo, para aprovechar al máximo este instrumento, es fundamental adoptar nuevas prácticas como el cash pooling y las plataformas de contratación electrónica que las tesorerías más avanzadas ya están aplicando con un éxito notable.