13 Febrero 2023

Tendencias que esperamos encontrar en materia de ESG en 2023

Álvaro Maldonado, Equity & ESG Strategy Senior Analyst at BBVA CIB

Es innegable que a medida que obtenemos un mayor conocimiento del funcionamiento de las dinámicas de las inversiones sostenibles y ampliamos la mirada - no solo hablamos de sostenibilidad medioambiental, sino también de impacto social en las comunidades, en optimización de recursos, buen gobierno y buenas prácticas, diversidad, inclusión, entre otros - los enfoques mediante los cuales abordamos una determinada estrategia de inversión también se amplifican y diversifican.

 
  • Exclusión y cribados, seguirán siendo importantes, junto con la inversión de impacto

Hasta hace no mucho tiempo, los cribados de exclusión y la integración ESG habían sido los enfoques de inversión predominantes a la hora de incorporar un elemento de sostenibilidad en las carteras y en el posicionamiento. Ahora, con la mayor sofisticación en este ámbito, han aflorado otros enfoques que contribuyen en igual o mayor medida a los objetivos de desarrollo sostenible. Por ejemplo, la inversión de impacto, que esencialmente busca generar un beneficio medioambiental o social además de generar un rendimiento financiero, se ha convertido en uno de los tres principales enfoques de inversión preferidos por los inversores ESG. Esperamos un repunte de inversiones con impacto positivo social y local, junto con una mayor involucración de Gobiernos y entes públicos en esta materia. El capital gestionado por la inversión de impacto en España alcanzó en 2021 los 2.398,6 millones de euros, de acuerdo con SpainNab, y este año no será menos, dada la creciente importancia de esta tendencia.

 
  • Inversión activa vs. pasiva: dos maneras de gestionar que pueden convivir

Del mismo modo, las estrategias activas son también la opción más popular de los inversores a la hora de invertir en ESG, sobre todo en Europa y Norteamérica, como muestra la reciente encuesta de Capital Group, según la cual casi dos tercios de los inversores mundiales optan por fondos activos para exponerse a la inversión ESG. Por clase de activos, la renta variable, seguida de la renta fija, sigue dominando el panorama de la inversión ESG, aunque es cierto que, en particular, la inversión en materias primas, pero también las alternativas y los bienes inmuebles están ganando terreno en el último año.

 
  • Activos tradicionalmente rentables ya no son los protagonistas

Otra tendencia es que los fondos siguen sobreponderando los sectores alineados con la transición hacia una baja emisión de carbono, mientras que infraponderan los típicamente excluidos a pesar de su fuerte repunte en 2022 (gas, petróleo, energía…). Aquellos activos tradicionalmente más rentables en momentos más desafiantes del mercado se están viendo más impactados por la relevancia de los enfoques de inversión sostenibles, y a la vista salta que los activos sostenibles han conseguido superar en rentabilidad y han sido  más resilientes en momentos complejos del mercado, como durante la pandemia de Covid-19. Preveemos que el universo mundial de la inversión sostenible siga creciendo en los próximos años, respaldado por este comportamiento.

 
  • Nuevas preocupaciones, nuevos nichos de oportunidad

El cambio climático, la biodiversidad y el precio de las emisiones de carbono son aquellas temáticas que estarán en el top-of-mind de los inversores y las empresas. Ya no solo basta con preservar el medioambiente, si no también centrarse en problemas más específicos. Inversiones que ayuden a mitigar la huella hídrica, por ejemplo, demuestran además los esfuerzos por parte de los equipos en innovar. En BBVA hemos creado un nuevo préstamo sostenible en julio del año pasado que pone el foco en la reducción de la huella hídrica, una prioridad fundamental en las políticas de sostenibilidad de muchas compañías.

 
  • La importancia del dato: la trazabilidad

La calidad y la trazabilidad de los datos ESG serán cada vez más esenciales. A medida que crezca la inversión sostenible, también lo hará la necesidad de contar con datos fiables. Se estima que el mercado de datos ESG superó los 1.000 millones de dólares por primera vez en 2021 y creemos que esta tendencia se mantendrá en 2023, a medida que los factores ESG incorporados a la inversión se conviertan en la corriente dominante. A medida que los nuevos requisitos normativos se hagan más estrictos, esperamos que sigan empujando a los proveedores de datos a mejorar su oferta, tanto en amplitud de productos como en calidad y coherencia de los datos proporcionados.

 

Reiteramos nuestra convicción de que la inversión sostenible es una oportunidad de largo plazo tanto para compañías (reducción tail risk) como inversores (invertir en calidad) y que a medida que las regulaciones se consoliden serán una palanca de transparencia y credibilidad para la industria. Es sin duda una tendencia imparable que irá tomando cada vez más protagonismo, y una necesidad para preservar el bienestar de las próximas generaciones.