18 Abril 2023
Sostenibilidad en el sector energía
Maria Margarita Navarro, Global Banker Energía y Telecomunicaciones de BBVA
El consumo de energía ha cobrado gran relevancia a escala global en un momento en el que esta actividad se está tratando de convertir en sostenible en el medio y largo plazo. No es un objetivo menor si tenemos en cuenta que, según cifras recientes del Banco Mundial, el consumo de energía representa más del 75% de las emisiones de gases de efecto invernadero.
En consecuencia y, como es de público conocimiento, se ha establecido a través del Acuerdo de París una meta de transición energética por la cual más de 70 países se han comprometido a alcanzar cero emisiones netas de carbono en 2050. Es así como gobiernos, organizaciones y compañías públicas y privadas han venido enfocando sus esfuerzos para disminuir de manera gradual la dependencia de generación de energía en fuentes fósiles para migrar hacia otras de menor impacto en emisiones como el gas natural e incentivar el uso de fuentes renovables como la energía hídrica, solar y eólica.
Este esfuerzo se ha hecho aún más evidente y necesario con la crisis energética desatada principalmente por la pandemia de la Covid-19 y la invasión de Rusia en Ucrania, que han generado incrementos significativos en el precio del petróleo y el gas (llegaron a máximos históricos en 14 años en marzo 2022), han activado las alarmas sobre la seguridad energética a escala global y han puesto de manifiesto la necesidad de contar con el respaldo de fuentes alternativas de energías renovables.
Las fuentes de energía renovables tienen una trascendencia esencial sobre el bienestar económico, generación de empleos e impacto favorable en ciudades y comunidades.
En su informe de 2022 la Agencia Internacional de la Energía (IEA por sus siglas en Inglés) señala que, para el periodo 2022-2027, el crecimiento de los renovables se prevé que llegue a 2.400 GW, lo que es equivalente a la capacidad instalada de China actualmente. Esto representa un 85% de aceleración respecto a los últimos 5 años y un 30% más respecto a la proyección que se hizo en el reporte del año anterior, convirtiéndose en la revisión más alta que ha hecho la Agencia a la fecha. Para Latinoamérica y Colombia, según el mismo informe, se proyecta un crecimiento en renovables de 45% y 44%.
En línea con esta tendencia mundial, en Colombia se tiene previsto que entre 2023 y 2024 entren 70 nuevos proyectos de energías renovables con una inversión estimada de 2.500 millones de dólares y, con estos, el potencial de desarrollar el mercado de hidrógeno verde, que se proyecta como un importante sustituto de los combustibles fósiles.
En este punto hay que tener en cuenta que, las fuentes de energía renovables no son sólo relevantes por el impacto medioambiental y su incidencia positiva sobre el cambio climático, también tienen una trascendencia esencial sobre el bienestar económico, generación de empleos e impacto favorable en ciudades y comunidades.
Es así como el Grupo de Energía de Bogotá “GEB” centra su estrategia corporativa en “mejorar vidas con energía sostenible y competitiva, buscando hacer de la energía un habilitador de desarrollo, prosperidad, y bienestar en los territorios de la operación”. En particular, está generando acciones de impacto concretas en diferentes frentes:
- Garantizar acceso a energía limpia y segura mediante aulas solares para más de 3500 profesores y estudiantes en el Programa ‘Energía para aprender’.
- Compromiso de consultas con más de 224 comunidades étnicas para un desarrollo armónico de las obras para la línea de transmisión que conectaría 7 parques eólicos con el Sistema Interconectado Nacional (Proyecto Colectora).
- Garantizan mano de obra local y servicios de comunidades local en los proyectos de Infraestructura.
- Programa ‘Energía para la paz’ con el que han liberado 190 kms de minas antipersonales.
- Meta de reducción de gases de efecto invernadero en todas sus geografías de operación para el año 2030: 51% Colombia, 30% Perú, 43% Brasil y 11% Guatemala.
La sostenibilidad, tal como se ilustra en la estrategia del Grupo GEB, no hace alusión solamente al objetivo de reducir emisiones de CO2. Si bien el impacto en cambio climático es uno de sus grandes ejes, se incorporan elementos clave como el bienestar económico y social y la generación de oportunidades internas y externas para dar prioridad a la continuidad de las organizaciones y la generación de valor en un horizonte de largo plazo.
Finalmente, vale la pena resaltar que, en línea con esta tendencia, BBVA desde hace años trazó como una de sus prioridades estratégicas la financiación de negocios y proyectos sostenibles y ha movilizado recursos en este frente por valor de 50.000 millones de euros en 2022 (+41% con respecto a 2021). Esta estrategia le ha llevado a ser reconocido como el banco más sostenible de Europa por tercer año consecutivo según el Dow Jones Sustainability Index.